Casarse en primavera y celebrar el amor entre flores

Casarse en primavera permite a los novios disfrutar de un clima envidiable


Los paisajes, la gastronomía, el clima, la selección del lugar perfecto… Casarse en primavera es una opción fantástica para organizar una boda preciosa

¿A cuántas bodas asististe el último verano? Seguramente que a unas cuantas. Es tal la cantidad de eventos que tienen lugar entre julio y septiembre que muchas parejas están decidiendo huir del boom y casarse en primavera o, incluso, organizar sus bodas en otoño o en invierno. De esta forma, pueden encontrar el lugar de sus sueños sin tener que reservarlo con más de un año de antelación y la búsqueda de estudio de fotografía, grupos musicales o floristerías también resulta más sencilla.

Más allá de las cuestiones organizativas que siempre hay que tener en cuenta, casarse en primavera también es una excelente idea por todas las bondades que trae consigo la estación más hermosa del año: naturaleza, clima, productos de temporada…

Muchas parejas están meditando casarse en primavera, pero aún no han tomado la decisión. Para animarlas a hacerlo, vamos a desgranar algunas de las bondades de celebrar una boda en Galicia durante la primavera.

La naturaleza está en su máximo nivel de belleza

Cuando una pareja se adentra en la búsqueda del lugar ideal para organizar su boda presta especial atención a los rincones naturales que ofrece cada uno de los candidatos. ¿Por qué? No hay mejor escenario para una boda que un espacio natural que destaca por su belleza. Aunque hay muchos rincones que son hermosos en cualquier momento del año, es indudable que la primera vez es la estación ideal para observar a la naturaleza en todo su esplendor.

Después del descanso invernal, los árboles vuelven a llenarse de hojas de un color verde intenso, los jardines se convierten en mosaicos conformados por mil y un colores y los aromas primaverales fluyen en el viento. Disfrutar de la naturaleza al aire libre es una de esas experiencias que hacen que la vida valga la pena. ¿Por qué no casarse en primavera para compartir con los invitados de la boda el pequeño placer de contemplar y sentir toda la magia de la naturaleza?

Además, claro está, los espacios naturales más bellos son el mejor telón de fondo para las miles de fotografías y videos que se hacen a lo largo de una boda. Estos documentos fijarán para siempre en el recuerdo cómo fue el día de la boda y lo felices que fueron todas las personas que formaron parte del evento. Disponer de rincones naturales de una belleza inusitada es una forma de embellecer las fotos y conseguir estampas memorables, que seguirán siendo preciosas dentro de 30 años, porque no debemos olvidarnos de que la naturaleza nunca pasa de moda.

Casarse en primavera garantiza que la naturaleza va a ser impresionante
© Beatriz Ciscar

El clima perfecto para no pasar ni frío ni calor

Frente al frío del otoño y el invierno y el calor del verano, la primavera es un oasis en el que siempre podemos disfrutar de temperaturas agradables. Sobre todo, en zonas con climas templados como las Rías Baixas.

Aunque pueda parecer baladí frente a otras cuestiones como el vestido de una novia, el traje de un novio, las fotografías o el menú del convite, el clima es un factor muy importante que se debe tener en cuenta a la hora de fijar la fecha de una boda.

Casarse en primavera es la mejor garantía de que ni el futuro matrimonio ni sus invitados van a acabar tiritando o empapados en sudor. Dos situaciones que nunca son agradables y menos en una boda.

El sol primaveral no quema como el veraniego y las nubes tampoco provocan un frío que nos obligue a ponernos la chaqueta. Por eso, casarse en primavera es una forma de colocar al clima no como una amenaza, sino como un aliado en un día en que todas las parejas desean alcanzar la perfección y que nada les agüe la fiesta.

Los invitados tienen las agendas más liberadas

El verano es la estación en la que más planes hacemos. Vacaciones, festivales de música, verbenas, reuniones con amigos, eventos familiares… A todos nos resulta difícil encontrar un fin de semana libre entre junio y septiembre. Si a eso le sumamos el boom de bodas que se está registrando en los últimos años, es posible que los novios que decidan celebrar su amor en verano descubran que muchos de sus invitados tienen otros planes agendados.

Por la contra, si una pareja decide casarse en primavera no se va a encontrar con que las agendas de las personas a las que quieren están repletas de citas.

Estar rodeados de sus seres queridos en un día tan especial es uno de los deseos más importantes de cualquier pareja que va a oficializar su relación. Por eso, no desean que falte ninguna de las personas que han incluido en su lista de invitados.

Además, casarse en primavera también permite a los novios pillar a sus invitados con las ganas de fiesta por todo lo alto. ¿Por qué? Tras el invierno, ¿a quién no le va a apetecer una gran celebración con personas maravillosas, un menú delicioso y buena música? Mientras que en verano, al haber otros eventos festivos, una boda nos genera menos ilusión.

Dicho de otra forma, casarse en primavera es la mejor manera de conseguir que todos los asistentes estén deseando formar parte de una celebración que se alargue durante horas y esté plagada de risas, buenos sentimientos, conversaciones, brindis y bailes.

Casarse en primavera en un lugar como Pazo Baión donde la naturaleza, el clima y la gastronomía se dan la mano es una opción estupenda
© Punctum Foto

Mayor facilidad para encontrar fotógrafo, DJ o floristería

Si la agenda de los invitados es importante, la de de los proveedores no se queda atrás. Muchas parejas se enamoran de una banda de música, un fotógrafo o una floristería gracias a las redes sociales y desean contratarlos para su boda. A menudo el problema no es el dinero, sino la disponibilidad. Los mejores profesionales tienen su agenda completa a lo largo de todo el verano.

Por eso, casarse en primavera es la mejor forma de huir del overbooking y no quedarse sin el artista que hace las fotografías que más les gustan a los enamorados o sin el cuarteto de cuerda perfecto para tocar durante la ceremonia y los aperitivos.

Contratar a todos los proveedores de una boda es similar a hacer un rompecabezas en el que, a menudo, los novios se dejan parte de su paz mental. Casarse en primavera facilita la tarea de encajar todas las piezas y conseguir que la banda sonora, las imágenes y las flores sean tal cual los novios han soñado durante meses o, incluso, años.

Además, algunos profesionales ofrecen tarifas más económicas fuera de la temporada alta de bodas. Por lo que casarse en primavera no solo sirve para que la boda sea perfecta y se ajuste a los deseos de la pareja, sino que, además, puede suponer un importante ahorro de costes.

Un menú delicioso elaborado con productos de temporada

En todas las estaciones hay productos de temporada que se pueden emplear para cocinar platos suculentos. Sin embargo, algunas estaciones ofrecen una variedad más amplia de productos. Este es el caso de la primavera. Así, nos encontramos con frutos del mar como las zamburiñas, las cigalas, el rodaballo o el pez espada; toda clase de carnes y verduras; y frutas primaverales como las fresas, las frambuesas o las cerezas.

Con la excelente materia prima que nos regala la primavera, los mejores espacios de bodas componen menús deliciosos y refrescantes capaces de hacer las delicias de cualquier invitado y conquistar los paladares más exigentes.

Aunque en una boda hay muchos elementos importantes y lo más relevante es la ceremonia en sí, a nadie se le escapa que el menú es crucial. Cuando pasen los años, las personas que participaron en el enlace recordarán lo hermoso que fue, lo bien que se lo pasaron y lo deliciosa que les resultó la propuesta gastronómica. Casarse en primavera contribuye a que dicha propuesta sea excelsa.

Casarse en primavera facilita el trabajo de organización del evento

Pazo Baión, un escenario idílico para casarse en primavera

¿Todos los espacios donde se pueden organizar bodas son igual de idóneos para celebrar un evento de estas dimensiones durante la primavera? Si en el resto de estaciones es importante seleccionar un espacio que disponga de salones elegantes y rincones naturales exuberantes, en los meses de primavera aún es más relevante.

Las parejas que deseen casarse en primavera en Galicia tienen a su disposición diversos pazos y fincas que pueden convertirse en escenarios bucólicos. Pazo Baión es uno de esos lugares en los que se respira romanticismo y magia.

Esta propiedad, con cinco siglos de vida, ha acogido decenas de bodas en las cuatro estaciones desde hace 15 años. Estos tres lustros de experiencia han permitido a los profesionales de Pazo Baión acumular una gran cantidad de conocimientos sobre cómo organizar bodas en las que todos los detalles sean perfectos.

Además, la finca de Pazo Baión dispone de varias características que la convierten en la elección perfecta para casarse en primavera:

  1. Su ubicación en pleno corazón de las Rías Baixas. Está fantásticamente conectada con toda la región y goza de un microclima privilegiado gracias a su cercanía al mar y sus colinas de viñedos.
  2. Su patrimonio arquitectónico. En 2008, se llevó a cabo una rehabilitación integral de Pazo Baión, planificada por César Portela, Premio Nacional de Arquitectura. De tal manera que los centenarios edificios del complejo fueron adaptados para acoger las bodas más vibrantes y hermosas.
  3. Su patrimonio natural. Al atravesar la entrada de Pazo Baión lo que más sorprende a los visitantes es la exuberancia y majestuosidad de sus espacios naturales: viñedos, jardines, caminos, fuentes, patios… Estos rincones son los escenarios perfectos para acoger los momentos cumbres de una boda (la ceremonia, el banquete, el baile…). Además, la variedad de panorámicas permite a las parejas sacarse todas las fotos de su boda sin tener que salir de la finca. Al poder conjugar espacios interiores y exteriores, los novios pueden casarse en primavera sin preocuparse porque un día lluvioso arruina la fiesta.
  4. Sus albariños para redondear sabrosos menús. En la finca de Pazo Baión no solo se celebran bodas, sino que se trata de un espacio de enoturismo que acoge a visitantes provenientes de todas las partes del mundo y, además, es, ante todo, una bodega de albariños. Pazo Baión, Vides de Fontán y Gran a Gran son los aliados perfectos de los platos más exquisitos y los mejores Rías Baixas para brindar por el amor.

En definitiva, casarse en primavera es una tendencia al alza y una opción muy atractiva para las parejas que desean celebrar una gran fiesta y compartir el amor que se profesan con sus familiares y amigos. Algunos espacios como Pazo Baión están perfectamente acondicionados para organizar una boda entre flores en la que hasta el detalle más pequeño resulte arrebatadoramente bello.

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