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Los viñedos bajos y medios de Pazo Baión tienen al emparrado como sistema de conducción de la vides, para alejarlas de la humedad del suelo y ayudarlas a captar toda la luz del sol
Cada viñedo es un mundo, porque presenta un orografía, unos suelos, o un sistema de conducción de la vid que lo convierten en un único. Precisamente, la forma en la que se gestiona el crecimiento de la vid es una cuestión de vital importancia a la hora de regular la producción de la uva y conseguir la mejor cosecha. Emparrado, espaldera, vaso… Existen diversos tipos de sistemas y ninguno es mejor o peor, sino que cada uno de ellos es más óptimo en función de las características de la zona, el viñedo y la variedad de uva que este produce.
En dos denominaciones de origen tan próximas geográficamente como la D.O. Rías Baixas y la D.O. Ribeiro, centradas ambas en la elaboración, sobre todo, de vinos blancos con variedades autóctonas, el sistema de conducción de la vid es diferente. En el Ribeiro prima la espaldera, mientras que en las Rías Baixas se usa el emparrado como sistema de conducción de la vid mayoritario. ¿Por qué sucede esto? Porque existen divergencias en lo relativo al suelo, la topografía de los viñedos, el clima de las zonas y las variedades de uvas que se cultivan. Ni la treixadura es igual al albariño, ni el clima de la comarca de O Ribeiro es análogo al de O Salnés.
De hecho, hasta en una misma propiedad pueden convivir dos sistemas de conducción de la vid diferentes. Para muestra, Pazo Baión. En los viñedos bajos y medios de nuestra finca se usa el emparrado, el sistema tradicional de O Salnés. Mientras que en los viñedos altos, menos húmedos y más expuestos a la sequía en verano, se usa la espaldera.
A continuación, vamos a diseccionar las claves del emparrado y vamos a profundizar en los sistemas de conducción de la vid en Pazo Baión, una propiedad en la que se producen uvas y vinos albariños desde hace cinco siglos.
¿Qué es el emparrado?
Empecemos por el comienzo… ¿qué es el emparrado? Se trata de un sistema de conducción de la vid horizontal que emplea postes (habitualmente de granito) y un sistema de alambres para conseguir que las vides crezcan horizontalmente, conformando un manto verde compuesto de pámpanos y hojas del que colgarán los racimos de uvas. De esta forma, los racimos crecerán a dos metros del suelo, lejos de su humedad y enfermedades y más próximos al sol.
El sistema del emparrado se emplean en la zona de las Rías Baixas desde tiempos inmemoriales, al mostrarse como una forma de conducción de la vid adecuada teniendo en cuenta las características climáticas y geográficas de la región y las particularidades de la uva albariño y la vid de la que brota.
De hecho, el emparrado es un sistema óptimo de conducción de la vid gracias a que las vides de las Rías Baixas son vigorosas, lo que les permite trepar por los emparrados en altura y optimizar su crecimiento vegetativo, una cuestión capital para la cosecha de uvas.
Además, podemos señalar otro motivo por el que el emparrado triunfó en las Rías Baixas y que no está relacionado con la cosecha de uvas para la elaboración de vino: el uso del suelo. Como las vides crecen en altura de forma horizontal, el suelo que queda bajo los pámpanos y las uvas podía emplearse para cultivas otros productos naturales. Actualmente vivimos en una era de bonanza, pero en la antigüedad era fundamental sacarle el máximo partido al suelo del que se disponía.
El uso masivo del emparrado en las Rías Baixas a lo largo de los siglos ha provocado que el arte de vendimiar siga realizándose, hoy en día, de una forma muy similar a hace cientos de años. ¿Por qué? A diferencia de otros sistemas de conducción de la vid, el emparrado no facilita la mecanización de la recolección de la uva, de tal manera que en Pazo Baión y muchas otras bodegas de las Rías Baixas, la vendimia se sigue realizando de forma manual, racimo a racimo, grano a grano.
Beneficios del emparrado en las Rías Baixas
Como apuntábamos en el apartado anterior, el uso tradicional del emparrado en las Rías Baixas no es fruto del azar del destino, sino que es consecuencia directa de los múltiples beneficios de este tipo de conducción de la vid, en función de las características de la zona, la planta y la uva:
- El emparrado aleja a las hojas, los pámpanos y las uvas del suelo y de su humedad, consecuencia directa de la climatología de las Rías Baixas y las lluvias abundantes.
- Por contra, acerca a las hojas y las uvas al sol, aumentando su superficie de exposición y su capacidad de beneficiarse de los rayos solares y mejorar su crecimiento y maduración.
- El emparrado facilita que los racimos estén bien aireados.
- Los beneficios anteriores redundan en una cuestión de vital importancia: la prevención de enfermedades fúngicas que afecten a las uvas, como el mildiu o el oidio y que pueden llevarse por delante la cosecha.
- Posibilita la fertilización orgánica de las vides.
- Facilita la gestión de los viñedos y de las cosechas, equilibrándolas para que sean lo más óptimas posibles, tanto en términos de cantidad, como, sobre todo, de calidad.
- Aunque pueda no parecer un beneficio, la imposibilidad de usar maquinaria para gestionar los viñedos que emplean el emparrado, fomenta que las bodegas apuesten por una viticultura sostenible y artesanal. Las labores de poda y la vendimia se realizan de forma manual, a cargo de equipos de viticultura altamente especializados.
¿Cuáles son los contras de este sistema de conducción de la vid? Además de que impide la mecanización y, por lo tanto, la agilización de las acciones que hay que llevar a cabo a lo largo de todo el ciclo de vida de la vid, si se opta por el emparrado, la densidad de vides que se pueden plantar es menor que la que ofrecen otros sistemas como la espaldera en línea.
El emparrado de Pazo Baión
Como ya hemos destacado en otras ocasiones, Pazo Baión tiene el privilegio de ser una propiedad vitícola situada en pleno corazón de las Rías Baixas. Nuestra finca se encuentra en el valle de O Salnés, a tan solo cinco kilómetros de la ría de Arousa y protegida del viento por el monte Lobeira, que alcanza una altura de casi 300 metros sobre el nivel del mar.
Además, la orografía del terreno y la disposición de los viñedos, provocan que Pazo Baión tenga un microclima especial, más templado y menos marcado por las inclemencias del tiempo que el clima atlántico suave típico de esta zona. Esta microclima favorece el crecimiento de las vides y de los racimos de uvas y, junto a las peculiaridades del suelo de Pazo Baión, configura de forma determinante las características de cada uno de nuestros viñedos.
Por otra parte, la accidentada topografía de las parcelas de nuestra propiedad nos lleva a diferenciar en Pazo Baión entre tres grandes grupos de viñedos: los bajos, los medios y los altos. Casi todo ellos están orientados hacia el mediodía, lo que favorece el cultivo de la vid incluso en situaciones frías y redunda en una mayor calidad de los vinos que se producen con las uvas cosechadas.
¿Cuál es la diferencia más evidente entre los tres grupos de parcelas? Los viñedos bajos y medios comparten el mismo sistema de conducción de la vid: el emparrado.
La densidad de plantación de estos viñedos es de 830 cepas por hectárea y el sistema de conducción es, como acabamos de señalar, un emparrado de 2 metros de altura, sostenido sobre postes de granito. Las vides que crecen en estos viñedos resisten bien a la filoxera, son tolerantes al exceso de humedad y, gracias al emparrado, son capaces de alejarse de la humedad del sueño, además presentan el desarrollo vigoroso típico de la variedad albariño.
El emparrado se alía con unas vides que tienen medio siglo de vida para ofrecer una producción de uva extraordinaria con la que elaborar espléndidos albariños. Además, visualmente, conforma un paisaje vitícola que destaca por su extraordinaria belleza. Hermosos túneles verdes se extienden a través de casi 15 hectáreas de viñedos.
La espaldera en línea, el otro sistema de conducción de la vid en Pazo Baión
¿Qué sucede con los viñedos altos de Pazo Baión? ¿No se usa el emparrado como sistema de conducción de las vides? No, en los viñedos que se encuentran en lo alto de las colinas de nuestra propiedad, el sistema que se ha empleado es la espaldera. La vid es una planta de crecimiento vertical, lo cual permite que se use el emparrado como sistema de conducción, pero también la espaldera en línea. Mediante este sistema se estructura el crecimiento de la vid y se le da forma, con el objetivo de mejorar su rendimiento y proteger a las uvas de la aparición de enfermedades.
¿Por qué se usa ? A diferencia de los viñedos medios y bajos, estos no están tan expuestos a la humedad del suelo, que, además, presenta un menor espesor. Mientras en las otras parcelas resulta primordial alejar a las hojas y a las uvas de la humedad del suelo, en estas no resulta tan necesario, de tal forma que el emparrado no es necesario.
Ello va asociado a las propias características de las plantas. Las de los viñedos medios y bajos están preparadas para resistir al exceso de humedad, mientras que las de los viñedos altos presentan una mejor resistencia a la falta de agua, ya que las condiciones de sequía, sobre todo durante el verano, son mucho más exigentes que en los viñedos en los que se usa el emparrado.
Las parcelas altas tienen una extensión de algo más de nueva hectáreas, en las que hay unas 11.000 plantas, gracias a que la espaldera permite una mayor densidad. Y, como hemos señalado, el sistema de conducción de las vides es la espaldera de 1,8 metros de altura, también sobre postes de granito, como sucede con los viñedos en los que se recurre al emparrado.
En los viñedos altos de Pazo Baión, al igual que en los medios y bajos, no se realiza ningún trabajo de forma mecanizada.
Las operaciones de poda, la retirada de sarmientos, o el atado de las varas sobre los alambres que conforman los emparrados y las espalderas son totalmente manuales y las llevan a cabo nuestro equipo de viticultura, que tiene a sus espaldas una amplia experiencia en el cuidado de la vid y conoce a la perfección las particularidades de cada viñedo.
Emparrado y espaldera, dos sistemas al servicio de los únicos albariños de pago
El uso del emparrado y la espaldera como sistemas de conducción de la vid en Pazo Baión nos permite observar la clave de esta cuestión: lo importante es elegir el sistema que sea más beneficioso para las vides y las uvas, en función del suelo, la topografía, el clima o la variedad.
En una misma propiedad pueden convivir ambos sistemas, porque las diferencias entre viñedos pueden ser lo suficientemente grandes como para justificar la elección de diferentes sistemas de conducción de las vides.
De hecho, en Pazo Baión no solo podemos destacar el uso combinado de la espaldera y el emparrado, sino que también tenemos que poner en valor una de las claves de nuestra vendimia: cada viñedo se vendimia por separado, cuando las condiciones de maduración de las uvas son óptimas. Y esto nos permite exprimir los matices de cada viñedo para confeccionar los únicos albariños de pago, es decir, vinos elaborados solo con las uvas vendimiadas en la propiedad.
Los profesionales de Pazo Baión llevan a cabo una gestión integral de todo el ciclo de vida de cada viñedo para cuidar al máximo una materia prima extraordinaria que permitirá elaborar tres albariños con una personalidad muy marcada. Pazo Baión, Gran a Gran y Vides de Fontán son tres vinos que proceden de la misma propiedad, pero que, a la vez, presentan una composición aromática, un desarrollo en boca y una estructura diferentes y únicos.
El emparrado y la espaldera ayudan a nuestras vides con casi 50 años de vida a crecer sólidas y producir unas sensacionales uvas que alumbrarán tres Rías Baixas 100% artesanales, desde la poda hasta el embotellamiento.